Al principio de la década de los 60, dos industriales, uno de Barcelona (Arnau) y otro de Madrid (Campos) compraron una empresa de plásticos que estaba al borde de la quiebra: Industrias plásticas MADEL (Manufacturas Delgado), sita en San Martín de la Vega (Madrid).
Arnau es el hijo del fundador de EXIN LlNES Bros., una de las grandes empresas de fabricación de juguetes que han existido en España, con juguetes tan celebrados como Scalextric, Exín Castillos y CinExín.
Al principio MADEL fabricaba diversos tipos de productos de plástico.
A mediados de los 60 (66-67), tras una visita de Arnau a los EE. UU,, donde constató el éxito de GI Joe, puso a los diseñadores de la casa Exín en Barcelona a trabajar en el llamado "proyecto MADELMAN". De ese trabajo surgió una figura de acción única en su género, la cual no tomó como referencia ni el tamaño ni el diseño de articulaciones común hasta entonces.
Aunque se hicieron modelos más pequeños (menos de 15 cm.), la figura final midió 17 cm., la más pequeña posible para que fuera factible confeccionar y coser las mangas de la ropa (no los bolsillos como se cree comúnmente).
Poseía un ingenioso sistema de articulaciones sin usar elásticos como era común en la época. Estaba formada por 23 piezas de plástico que se fabricaban en Industrias Plásticas MADEL,. La ropa se diseñaba en Exín en Barcelona, y en Villarejo de Salvanés (Madrid) se confeccionaba.
Tras una no muy buena acogida por parte de distribuidores y detallistas debido a que por aquel entonces los muñecos/muñecas se consideraban juguetes para niñas (al igual que le pasó al GI Joe americano), el año 1968 se lanzó el MADELMAN al mercado mediante anuncios en la campaña de Navidad, y a partir de ahí, el éxito hasta su desaparición en 1983.
Los primeros modelos fueron el Madelman Legionario, el Madelman Marinero (diferente del que aparece en los catálogos), el hombre rana (traje de goma gris y tanques de oxígeno de tres botellas), y alguno más de los que se hicieron tiradas muy reducidas. Las razones de esto fueron variadas, concretamente se desestimó el utilizar botones dorados (aunque luego aparecieron de nuevo con el Policía montado), el usó de escarapelas y la imposibilidad de que la gorra legionaria se mantuviera en su lugar sin tener que fijarla en la cabeza. Por otro lado la producción artesanal de dicha gorra no facilitaba su producción en número suficiente.